¿Cómo debemos cuidar el calzado de piel adecuadamente?

Tener un calzado de piel es una magnífica elección, debido a la resistencia y elegancia de este tipo de zapatos. Sin embargo, un cuidado incorrecto o insuficiente puede alterar las propiedades de la piel con la cual están confeccionados.

¿Por qué debemos cuidar con detalle los zapatos de piel?

En efecto, utilizar productos inadecuados para su limpieza, como cepillos de cerdas duras o cremas de color más oscuro o hacer un mal uso del propio calzado son acciones que pueden acortar irremediablemente su vida útil. Por este motivo, es indispensable saber cómo tratar este tipo de zapatos y cuál es la forma correcta de mantenerlos limpios e hidratados.

Calzando unos zapatos de piel limpios y en buen estado se consigue una apariencia pulcra, sofisticada y cuidada. En este sentido, los zapatos de piel pueden convertirse en los mejores aliados cuando se trata de dar una buena imagen.
Mantener unos zapatos de cuero como nuevos es fácil.

Consejos para cuidar tus zapatos de piel

En primer lugar, hay que seguir unas pautas para el correcto mantenimiento del calzado de piel.

Por ejemplo, lo ideal sería utilizar más de un par de zapatos, para evitar la fatiga que provoca en los materiales un uso diario.

En el período en el cual no se estén usando estos zapatos de piel, lo mejor es guardarlos en un lugar seco y oscuro.

Usando unas hormas se estará evitando la contracción de la piel. Se puede utilizar una bola de papel, que cumplirá la función de la horma, al mismo tiempo que absorbe la humedad del calzado.

A la hora de ser utilizados, el uso de un calzador facilitará la introducción del pie y evitará roturas por la parte trasera, así como arrugas por la parte del empeine. Si los zapatos tienen cordones, las arrugas suelen aparecer en la lengüeta.

Para evitar esas arrugas, hay que poner los cordones a modo de zigzag en ambos lados y no solo en uno de ellos, como vienen a la hora de comprarlos.

Por otra parte, además de evitar los desperfectos, mantener limpios e hidratados los zapatos de piel es básico para mostrarlos impecables. Para ello, es importante evitar mancharlos, aunque, en ocasiones, resulta imposible.

Efectivamente, cuando el calzado de piel se mancha, hay que limpiarlo de una forma adecuada. Para ello, serán necesarios un trapo de algodón, crema hidratante para pieles, betún de color neutro, un paño de microfibra, limpiacristales (opcional) y un cepillo de cerdas suaves.

La forma de proceder a una limpieza perfecta del calzado será la siguiente:

Si tiene cordones, hay que quitárselos antes de empezar la limpieza.

A continuación, se le pasará un cepillo de cerdas suaves, para quitar la suciedad y las manchas, aunque procurando no arañar la superficie.

A continuación, se frotará con un trapo de algodón por toda la superficie de los zapatos.

Después, se humedece un poco el trapo con jabón para cuero terminado y se vuelve a frotar.

También puede servir agua tibia.

Al finalizar este procedimiento, los zapatos estarán limpios, pero su cuidado no finaliza hasta que no se hidratan.

La hidratación de la piel es básica para protegerla de las agresiones, evitar la aparición de las grietas y dar brillo al calzado.

En esta segunda fase, se ha de aplicar betún o crema hidratante especial para cuero. Para evitar estropear el calzado, lo mejor es utilizar cremas incoloras. Otra opción para reparar los arañazos es aplicarlas de color ligeramente más claro.

La forma de aplicarlas implica usar un cepillo de cerdas suaves de una forma enérgica.

Finalmente, se puede rematar una gran limpieza dejando secar la crema y volviéndola a aplicar. Tras esto, pasar una gamuza de algodón ligeramente humedecida con limpiacristales dará un brillo resplandeciente a los zapatos.

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